El loro volando en la madrugada
sobre el azul ultramarino
gritando, graznando, buscando,
adelante tras su voz
infinito tal cual él mismo.
El loro busca
en la madrugada
a pesar que lo he visto solamente en la
tarde
el busca
en la noche avanzada,
sinuante y recto
oscuro y sonoro,
pero casi alcanza.
En su percha un bautizo,
en su logro un amparo,
carente, abusivo;
anhelante incauto.
Manos de sangre
vuelo nocturno,
rezagado,
convulso de atardecer,
ingenuo en el placer.
Respira
y vuela, no mas.